Conceptualización

¿Qué es la fuerza muscular?





Puede tratarse de la capacidad para hacer resistencia, levantar un peso o desplazar algo. Muscular, por su parte, es aquello vinculado a los músculos: los órganos formados esencialmente por fibras capaces de contraerse y alargarse.

Es posible definir la fuerza muscular como la capacidad que tiene un músculo de desarrollar tensión contra una carga en un único esfuerzo durante la contracción. Gracias a la fuerza muscular, se puede contrarrestar o superar una resistencia a través de la tensión de un músculo o de un grupo de estos órganos.



La fuerza muscular puede medirse en gramos, aludiendo a la tensión máxima que los músculos pueden desarrollar. En la vida cotidiana, la fuerza muscular se aplica de manera constante cuando, mediante el accionar de los músculos, se modificar el estado de movimiento o reposo de éstos para oponerse y superar una resistencia, que puede ser externa o interna.

La contracción que desarrollan los músculos al ejercer fuerza puede ser isométrica o isotónica. Las contracciones isotónicas, a su vez, pueden ser excéntricas o concéntricas.

Esto se explicará detalladamente más adelante.





Es importante diferenciar entre la fuerza muscular y la resistencia muscular. Esta última noción alude a la capacidad de los músculos de ejercer fuerza muscular para lograr la superación de la resistencia en reiteradas ocasiones.

Existe un deterioro significativo en los músculos, al pasar el tiempo, esto le puede suceder a todas las personas, ya que este deterioro, por así llamarlo, no es imposible de evitar; por el contrario, se trata de un proceso natural de pérdida de fuerza muscular en los individuos que no hacen ningún ejercicio físico para tonificar sus músculos.




Uno de los consejos de los expertos para potenciar los ejercicios de fuerza muscular es retrasar al máximo la contracción y la distensión, es decir, conseguir que cada movimiento sea lo más lento posible para que el desarrollo sea óptimo.

Es importante no excederse en los ejercicios para evitar cualquier tipo de lesión. En primer lugar, debemos proponernos un número de repeticiones adecuado para nuestro estado físico, e incrementarlo con el tiempo. Otro punto a tener en cuenta es la fuerza que realizamos con cada músculo: sobre exigirnos puede causarnos daños de variada gravedad.






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